Tour de San Luis: cosa de hermanos

Por @pmpalermo

Una década de vida es mucho tiempo para una carrera ciclista, especialmente en tiempos de crisis económicas y globalización, condimentos que acabaron con muchas competencias tradicionales y potenciaron otras, como es el caso que nos compete.

Lejos de querer abordar ese tema, se trata de remarcar un dato curioso que se desprende del corto pero rico historial del evento ciclístico más destacado de América, como es reconocer a las numerosas parejas o tríos de hermanos que alguna vez se colgaron un dorsal en el territorio puntano.

El dato, que puede ser intrascendente, deja de serlo cuando el escrutinio arroja una quincena de ejemplos, muchos de ellos sumamente importantes a nivel internacional, como sucede con los Quintana, los Schleck y, ahora, con los Nibali.

Pero empecemos por el principio. Ya desde la edición inaugural, allá por 2007, hubo en competencia algunos ciclistas unidos por la sangre: Carlos y Emanuel Anias por un lado, y Anibal y Alejandro Borrajo, que repetirían experiencia en 2009.

La tendencia se incrementó en 2008, con cuatro grupos de hermanos rodando por las rutas sanluiseñas. Frank y Andy Schleck fueron los más relevantes, pero además, fueron de la partida Maximiliano, Adrián y Mauro Richeze, Lucas y Juan José Haedo y Aníbal, Alejandro y Armando Borrajo.

La campaña posterior no se quedó atrás y los Richeze volvieron a copar la parada con un trío, aunque modificaron la composición del mismo ya que fue Roberto, el mayor, quien acudió a la provincia cuyana, acompañado por Mauro y Adrián.

Además, los chilenos Luis y Cristopher Mansilla, los norteamericanos Ben y Andy Jacques-Maynes, los brasileños Mauricio y Fabricio Morandi y los mencionados Aníbal y Alejandro Borrajo, para un total de cinco grupos familiares en un mismo lote.

Casi como si de un fenómeno de compensación se tratara, en 2010 no hubo ninguna pareja de hermanos presente, mientras que en 2011 sólo dijeron presente Maxi y Mauro Richeze, quienes batirán el récord con más participaciones compartidas -cinco- en estos días.

El dúo antes mencionado repitió en 2012, curso en el que volvieron a pisar San Luis los Mansilla y los Haedo. Viene al caso contar que, éstos últimos, también participaron en 2013 en la que fue su última aparición conjunta en suelo puntano.

Esa temporada marcó el inicio del camino de los hermanos Julián y Lucas Gaday, quienes hoy son los segundos con más apariciones (4), todas consecutivas. También en 2013, aunque pasaron inadvertidos, compitieron los checos Vojtech y Martin Hacecky por el Dukla Praha.

En 2014 repitieron los Gaday y los Richeze, todos abocados a los sprints mientras Nairo Quintana se alzaba con el título. Y el pequeño colombiano se enamoró de la carrera argentina, a la que regresó e 2015 con su fiel Dayer.

Ese mismo 2015 estuvieron, cuando no, los Gaday, pero también sus compañeros en el Buenos Aires Provincia, Ariel y Alan Sívori.

Y así llegamos a 2016, con el Tour a punto de cumplir una década de existencia, y cinco pares de hermanos listos para ser protagonistas: los citados Lucas y Julián Gaday, Mauro y Maxi Richeze, Nairo y Dayer Quintana, Vincenzo y Antonio Nibali, y el dúo dinámico de Costa Rica, César y Juan Carlos Rojas.

Hermanos en San Luis

• Carlos y Emanuel Anias (2007)
• Aníbal y Alejandro Borrajo (2007/09)
• Andy y Frank Schleck (2008)
• Aníbal, Alejandro y Armando Borrajo (2008)
• Lucas y Juan José Haedo (2008/12/2013)
• Maxi y Mauro Richeze (2008/11/12/14/16)
• Maxi, Adrián y Mauro Richeze (2008)
• Roberto, Mauro y Adrián Richeze (2009)
• Mauricio y Fabricio Morandi (2009)
• Ben y Andy Jacques-Maynes (2009)
• Luis y Cristopher Mansilla (2009/12)
• Sin hermanos en 2010
• Vojtech y Martin Hacecky (2013)
• Alan y Ariel Sivori (2015)
• Nairo y Dayer Quintana (2015/16)
• Vincenzo y Antonio Nibali (2016)
• Lucas y Julián Gaday (2013/14/15/16)
• César y Juan Carlos Rojas (2016)

Los mejores compañeros

Acabado el repaso, es bueno profundizar en el tema porque, según algunos de los protagonistas de esta historia, compartir pelotón con un hermano tiene ventajas. El entendimiento es la primera en salir a la luz, y Lucas Gaday es el encargado de narra su experiencia. “Para mí, correr con mi hermano no se compara a correr ni con el mejor compañero que pueda existir. Cambia en mucho, con él me entiendo de manera diferente sin siquiera hablarnos; sabemos que es lo que le pasa al otro o que necesita”.

“Quedó demostrado en la carrera del bosque platense GP Bancalari. Allí, corrimos los dos solos contra los equipos más fuertes de Argentina y vencimos, pero no sólo eso, sino que es tal el entendimiento entre nosotros que en ningún momento peligró la carrera. Por eso, aseguro que con un hermano es diferente, se hace más fácil y placentero”.

Por su parte, el chileno Cristopher Mansilla, otro que se ha ganado un hueco en el exigente calendario argentino, habla de confianza. “No es lo mismo para mí porque mi hermano es uno de los grandes del ciclismo chileno y tenerlo en un equipo me da una gran confianza”.

“En San Luis lo extrañaré porque es el único que me podría haber dado la confianza en los sprints. La Selección de Chile lleva casi todos escaladores y su presencia me hubiera sido vital, pero esperemos volver a juntarnos pronto de nuevo”, añade.

Mauro Richeze es el último en contar sus experiencias familiares sobre la bici y, en su caso, son cuatro hermanos. “Obviamente, no es lo mismo correr con ellos que sin ellos. En carrera vamos hablando mucho, tratamos de apoyarnos cuando uno está mal o pasando por un momento de “crisis”, más allá de que estemos en diferentes equipos y por ahí con diferentes objetivos”.

“Todos nos parecemos mucho en la forma de movernos en el pelotón y, sin darnos cuenta, terminamos siempre en la misma ubicación para un sprint o para afrontar una subida”, señala, ratificando que competir junto a un hermano es muy importante.

Por todo eso y porque en San Luis son muchos los que han podido lograrlo, valía la pena el repaso, que seguramente sea actualizado en un futuro cercano, a medida que el evento sume ediciones y se corra la voz entre los ciclistas sobre las bondades del mismo para pasarlo en familia.

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Pablo Martín Palermo

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