Vuelta a España 2025 – Previa etapa 20

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Ruta, clima, favoritos, tácticas y predicción. Cinco puertos y más de 4000 metros de desnivel positivo acumulados.

 

La Vuelta a España termina con la etapa reina de la edición, que presenta un final en alto icónico y que retorna a la cita tras 13 temporadas de ausencia. Desde Robledo de Chavela transcurrirán 165.6 kilómetros hasta llegar a la cima de la Bola del Mundo.

4100 metros de desnivel acumulado y cinco dificultades puntuables en el menú.

La primera de ellas llega con menos de 5 km recorridos, pero no representará un escollo para la caravana. El Alto de La Escondida (3°) contiene 9 km de subida, pero se limita a una pendiente del 4%. Se va a emplear para ofensivas que busquen la fuga, pero no hará daño mayor.

Descenso rápido para enlazar con el siguiente ascenso, La Paradilla (3°). Pese a que su base sea al 8%, sus 5 km restantes son tendidos y tampoco van a poner en grandes aprietos a los corredores. No obstante, por el tipo de esfuerzo, va a dar problemas para los escaladores que quieren meterse en la escapada.

Tras la bajada, hay unos 15 km de transición para enlazar con el puerto que realmente va a dar luz a los intentos de los trepadores. El Alto del León (2°) ofrece 7 km al 7%, que es una gradiente constante. Pese a no ser una locura de subida, es la que más se ajusta al biotipo de corredor que puede imperar en el final, por lo que será allí donde se forme el grupo bueno que ingresará en la aventura definitiva hasta donde lo permita el lote.

Superada la cuesta, la prueba entra en una laguna, pues con 50 km de espera para tener otro reto montañoso, habrá un espacio de calma que los atletas aprovecharán para reservar el máximo posible de energía, antes de encarar el gasto conclusivo de estas tres semanas.

Van a calentar piernas en el Puerto de Navacerrada (1°).

7 km al 7.6% a más de 1800 metros de altitud. Muy constante en la inclinación, salvo el kilómetro final, que es al 10%. Ideal para que un valiente se lance a un todo o nada, pues al coronarse a 50 km de meta y con un valle de casi 40 que aproxima a una trepada realmente intimidante, se requiere de carácter para hacer una movida, a priori, casi suicida.

Culminada la mencionada transición, llega el ascenso definitivo de la carrera: La Bola del Mundo (HC).

12.3 km al 8.6%. Disfruten con la gráfica. Primeros 9 km al 8%, fáciles, en comparación a lo que se viene. Superado ese sector, los 3300 metros finales son los que meten miedo.

Nada rebaja del doble dígito de pendiente, incluso hay tramos que rozan el 20%. Hay que gestionar debidamente los esfuerzos y eso implica -si se juega todo en la elevación final-, contenerse en la parte tendida y parte de la zona negra, con tal de guardar un cambio de ritmo para que a falta de 1-2 km, resulte letal.

La cima es a 2250 metros de altura, lo cual eleva el grado de dificultad del puerto.

Clima

Agradable.

Escenario

Ya sea por enfermedad o condición, Vingegaard ha dado claros síntomas de vulnerabilidad, pero la ausencia de un rival de entidad le ha permitido llegar hasta este punto con ventaja en la general. Es injusto echarle algo en cara a Almeida, pues el tipo ha tratado de maximizar sus virtudes para castigar la debilidad de su adversario y se vio damnificado por el recorte de la crono. Poco puede hacer cuando no tiene el cambio de ritmo para plantear una alternativa de ataque.

Dicho esto, puede optar por la vía más sencilla, que es hacer lo mismo de siempre en la parte dura de La Bola del Mundo, y esperar que el mismo resultado de las cien veces anteriores sea diferente. Su otro camino, más engorroso, es buscar la gloria en el primer paso por Navacerrada.

La dificultad de eso no solo se limita a la complejidad física de la aventura, sino que requiere de un brillante funcionamiento como equipo y al tratarse de UAE, todos sabemos que se trata de una labor apoteósica.

Tienen siete, ojo, siete victorias de etapa, lo equivalente a un tercio de los triunfos diarios. Se espera que por única ocasión, recuerden que pueden ganar la carrera en general y que para lograrlo, no vendría mal que la gente que envíen en fuga, tenga el claro propósito de hacer un trabajo netamente de gregarios y que sirvan de puente para tirar de su jefe de filas en la transición entre puertos, donde la potencia de un Marc Soler o un Mikkel Bjerg, puede resultar crucial para extender una brecha y permitir a Joao guardar a rueda para finiquitar la faena en el ascenso final. Claro, todo esto solo será posible si se descuelga a Jonas cuesta arriba.

Veremos.

Favoritos

Giulio Ciccone – Su última oportunidad de llevarse algo de esta Vuelta. 

Mikel Landa Nunca hay que perder la fe. 

Egan Bernal – Objetivo cumplido, pero alguien de su ambición siempre busca poner la vara más alta. Especialmente con lo que se viene en INEOS.

Santiago Buitrago – Otro que debe redimirse de tres semanas sin estar a su mejor nivel.

Gijs Leemreize – Me lo imagino intentando la grande desde Navacerrada.

Jonas Vingegaard – A rueda de Almeida.

Joao Almeida – Hará lo que tenga a su alcance para lograr el rojo.

Tom Pidcock/Jai Hindley – Se disputarán el podio.

Predicción

Voy por la populista. Una fuga para Landa.


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