Análisis: El mejor ciclista de 2018

Por @pmpalermo

Se acabó el 2018 y llega un nuevo curso. Pero antes de que el mismo comience oficialmente, toca elegir al ciclista más destacado de la temporada que dijo adiós. Para eso, se tomó en consideración el contexto de cada pedalista, incluyendo objetivos, lesiones, equipos y algunos factores adicionales.

Si bien hubo varios atletas que sobresalieron, como Primoz Roglic, Egan Bernal, Fernando Gaviria, Dylan Groenewegen, Enric Mas, Elia Viviani, Julian Alaphilippe, Geraint Thomas, Simon Yates o Miguel Ángel López, la determinación final quedó reducida a Tom Dumoulin, Alejandro Valverde y Chris Froome. Vamos a ver por qué.

En el caso del holandés, los resultados son imponentes: 2° en Giro de Italia, Tour de France y Mundial de Contrarreloj. El doblete realizado fue el más complejo de todos y, dato no menor, fue su primera vez con objetivos concretos de general en dos grandes en un mismo año.

Pero además, alcanzar un tercer pico de forma, debiendo aumentar un poco de masa para la disciplina, añadió épica a su 2018. El de Sunweb estuvo siempre a la altura, corrió casi sin equipo en las grandes vueltas y fue superado por hombres del bloque más fuerte del World Tour.

En lo que a Froome refiere, lidió gran parte del calendario con su caso por posible dopaje. Algo que afecta a cualquiera y que se vio magnificado en él por ser el máximo referente del ciclismo mundial.

El “keniata” resistió el asedio del público, y en lo deportivo, materializó una de las gestas más imponentes de la historia del ciclismo en las últimas décadas, llevándose el Giro -y con él, su tercera grande consecutiva- luego de un ataque a 80 kilómetros de meta en un parcial de alta montaña.

No satisfecho con eso, trepó al podio del Tour, firmando un doblete magnífico si se toma en cuenta el contexto completo. Es decir, que fue su cuarta ronda de tres semanas seguida y en el cajón, con el castigo que eso implica para el organismo. Y si no, que le pregunten a Nairo Quintana, que terminó el 2017 destrozado por un cronograma parecido.

En ambos casos, sus prestaciones merecen un artículo aparte y, en cierto modo ya lo tuvieron. De hecho, compartimos aquí algunos como para poder ponderar correctamente sus gestas:

• Froome, el campeón que siempre se reinventa
• Froome, al Giro a hacer historia, contra la historia
• Sunweb reveló el secreto de Dumoulin para su exitoso doblete
• La peligrosa soledad de Dumoulin 

El último en el listado es Alejandro Valverde. El murciano, de 38 años, inició la temporada llegando de una larga convalecencia debido a una lesión que pudo haber acabado con la trayectoria deportiva de cualquiera.

Para empezar, mientras que la mayoría demoraría largo rato en recuperar ritmo competitivo, el de Las Lumbreras ya subió a un podio en su segunda jornada de carrera y levantó los brazos días después, llevándose dos parciales y la general de la Volta a la Comunitat Valenciana.

De allí en adelante, se vio la mejor versión del capo de Movistar y, por marcar un aspecto negativo, “falló” en su coto de caza predilecto: las Ardenas. Allí pagó la fatiga de haber iniciado temprano tan sólido, algo que igual es entendible desde el momento en que necesitaba “volver a ser ciclista cuanto antes”. Además, fue relegado por otra de las luminarias de la campaña y todo un especialista: Julian Alaphilippe.

En el camino cayeron Volta Catalunya (2 etapas), Abu Dhabi Tour (1 etapa), Ruta de Occitania (1 etapa) y el GP Miguel Indurain. Y aunque los resultados no suelen ser prioridad de quien escribe -sino el modo de correr- es innegable lo hecho por el “Bala”. Con 14 dianas, fue el segundo corredor más vencedor del curso, sólo superado por Viviani, un sprinter.

De febrero a septiembre, cuando casi nadie logra sostener su forma máxima más que 45 días por pico, el veterano dio cátedra. Lejos de guardarse, se vació por Quintana y Landa en el Tour y luchó por la Vuelta a España hasta los compases conclusivos, sumando dos parciales y arribando 5° a Madrid. Aún a riesgo de quemarse de cara a Innsbruck.

No sólo no sucedió eso, sino que coronó una táctica perfecta de la Selección de su país, llevándose el oro 15 años después de su primera medalla -con otras cinco mediante- y tras una vida buscándolo. Broche soñado para un 2018 que, por supuesto, lo tuvo nuevamente como n°1 del Ranking UCI (quinta ocasión sumando otras denominaciones) y como dueño del prestigioso Vélo d’Or.

En resumen, por su regularidad en tiempo y amplitud de eventos disputados y ganados, por lo complejo que es levantar los brazos siendo la rueda más vigilada, por su longevidad y por haber tenido la temporada más destacada de su vida viniendo de una lesión, el Mejor corredor del año fue Alejandro Valverde.

Pablo Martín Palermo

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