El equipo que fundarán Pogacar y su novia

Urska Zigart, ciclista profesional y pareja del también ciclista Tadej Pogacar, ha hablado recientemente sobre sus proyectos para el desarrollo del ciclismo femenino, así como sobre la dinámica de su relación en el deporte y en su vida personal.

En sus declaraciones,  y construir un legado en el ciclismo esloveno. Además, comparte cómo ambos intentan mantener un equilibrio en su relación, valorando los esfuerzos y sacrificios que cada uno hace. Esta es su visión de lo que significa aportar a su comunidad y a su vida personal, en un entorno marcado por las exigencias del alto rendimiento deportivo.

En primer lugar habló de sus proyectos conjuntos: “Actualmente estamos planeando crear un equipo juvenil, para ciclistas femeninas de las categorías júnior y prometedoras. Tampoco queremos descuidar a las ciclistas prometedoras, quienes luego deberían pasar a ser profesionales, por eso queremos ayudarlos también y yo siempre he querido ayudar a las niñas también”, afirmó para Sportal.

Zigart reflexiona sobre la importancia de apoyar a las nuevas generaciones: “En cuanto al ‘Pika Team’ (Apodo de Urska, ndr), tengo que admitir que hasta esta temporada no me veía como alguien que pudiera formar mi propio equipo, mucho menos un equipo que llevaría mi nombre o apodo. Pero este año, con todos los eventos que han tenido lugar, he comprendido aún mejor lo importante que es devolver algo al ciclismo esloveno”, apuntó.

Muchas veces, las parejas sacrifican espacios y tiempo en pro de un futuro conjunto: “Creo que me ve haciendo concesiones más a menudo, pero teniendo en cuenta su nombre, su carrera y sus logros, creo que es completamente comprensible. Si siempre pudiera concentrarme al cien por cien en mí misma, podría lograr más. Pero sin Tadej habría tenido mucho menos experiencia y habría tenido menos consejos y oportunidades”, expresó.

Sin embargo, ella sabe que todo va rodando en el camino correcto: “Creo que de todos modos estoy mejor. Tadej piensa a menudo que sacrifico mucho más por nuestras vidas que él, pero eso no es cierto. Es cierto que a veces, cuando voy detrás de él durante el entrenamiento, sufro más, o paso menos tiempo en la ducha que él, así que puedo cocinar más temprano, pero estas son pequeñas cosas que no son un problema para mí”, indicó.

Por ahora, los sacrificios son mutuos: “Creo que ambos vemos lo que hacemos el uno por el otro, y a veces parece que lo que tu pareja hace por ti vale más que lo que tú mismo aportas. Pero creo que es mejor pensar así que pensar que una sola persona renuncia a más que el otro. Esto crea una visión positiva de la relación, donde apreciamos los esfuerzos de cada uno y tratamos conscientemente de mantener un equilibrio”, puntualizó.

Fernando Estupiñán

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