El nuevo Contador

Por @pmpalermo

Que Alberto Contador no es el mismo desde su regreso tras la suspensión no es ningún misterio, ya que nunca, ni siquiera en la Vuelta a España 2012 que ganó, marcó las diferencias abismales de antaño.

Cierto es que sus rivales también cambiaron y que a excepción de Froome, que juega en otra liga, las cosas están muy parejas puesto que Valverde y Purito terminaron de hacerse grandes, los colombianos surgen por todos lados y Holanda tiene en Mollema su firme bandera.

Pero el de Pinto también esta más maduro y, aunque lejos del ciclista que bailaba sobre los pedales y descolgaba a todos a su antojo en la montaña, el capitán de Saxo se las ingenia para seguir siendo peligroso empleando tácticas otrora impensadas en él, casi propias de un clasicómano.

Falló en la crono, no lo hizo del todo bien en Ax 3 Domaines y perdió comba en el final del Mont Ventoux, pero ganó tiempo en el llano con un abanico sorpresivo que dejó mal parado a Froome y hoy casi la lía en un puerto de segunda en una etapa de transición.

Es cierto que el trabajo inicial de aislar al puntero del Tour lo hizo Katusha, pero los pupilos de Rijs tomaron el relevo y acentuaron la faena, con reiterados ataques de Kreuziger y el mismo Contador en la subida a la Manse y luego en la bajada, donde tanto probó el español que terminó por caerse.

Lejos de sus prestaciones inigualables, esas que hoy solo el maillot jaune ofrece, Contador sigue siendo un corredor muy peligroso y uno de los mejores del mundo sin dudas.

No nos engañemos, quitando a Froome, Bauke Mollema sería el líder y el madrileño segundo a tan solo 9 segundos, una muestra de que aún en menor nivel al que nos tenía acostumbrados,  su base es ampliamente superior a la media.

El Tour sigue abierto, y con el jefe de filas de SKY quedando siempre aislado y con tan malas prestaciones para bajar, el nuevo Contador se mantiene al acecho, a la espera de no ser descolgado en las subidas, esas en las que antes se exhibía, para lanzarse en algún descenso.

No es una locura conjeturar con esto, los precedentes avalan la teoría; el mismo Wiggins se alejó del podio en 2009 al fallar en la bajada a Le Grand Bornand, que casualmente se repetirá en unos días.

Y no debemos olvidar que quién hoy impone las reglas en la ronda gala ya perdió la Tirreno Adriático debido a sus limitaciones para bajar, ni que todavía restan tres jornadas integras de montaña, con todo lo que ello implica.

Froome duerme vestido de amarillo y con un amplío margen, pero no lo hace tranquilo, más aún después de haber sufrido las agresivas tácticas de su rival, que no conforme con ello, ha prometido atacar, en el inicio o final de cada día de aquí a París.

Por eso, y con el nuevo Contador merodeando, nadie puede estar calmo hasta que la caravana arribe a los Campos Elíseos, porque sin nada que perder, prometió espectáculo, y en eso el de Pinto, nunca defrauda.

Pablo Martín Palermo