Ir al Giro, el mayor acierto que Vingegaard puede tener

Jonas Vingegaard, bicampeón del Tour de Francia, se enfrenta a una decisión crucial: aceptar el desafío de disputar el Giro de Italia 2025. En contraposición a quienes consideran esta opción un error estratégico, existen argumentos sólidos que respaldan que este movimiento sería no solo acertado, sino también crucial para su desarrollo como ciclista y para el equipo Visma – Lease a Bike. Ir al Giro, el mayor acierto que Vingegaard puede tener.

Sus mejores años.

A sus 27 años, Jonas Vingegaard se encuentra en la cúspide de su carrera. Los ciclistas de su nivel alcanzan su máximo rendimiento físico y mental en esta etapa, por lo que explorar nuevos horizontes es más viable que nunca. Existen casos excepcionales, sobre todo en el último tiempo, en donde las nuevas generaciones solidifican su rendimiento a corta edad (Pogacar), en el caso del danés, su edad deportiva es menor a la del esloveno y puede estar llegando a sus mejores años.

Apostar por el Giro no es una distracción, sino una oportunidad para consolidar su legado. Qué necesidad tendría de esperar hasta el ocaso de su carrera, donde las condiciones físicas y las oportunidades de victoria podrían ser menores, además que pueden surgir nuevos rivales y todo se ponga a mordiscos. Ahora tiene todas las herramientas para triunfar en un escenario distinto, uno que se ha pedido desde siempre, que pruebe nuevas carreras y diferentes maneras de competir.

El recorrido del Tour.

El Tour de Francia 2025 se perfila con un recorrido que tendrá su mayor exigencia a partir de la segunda semana. En la primera hay muchas opciones para los sprinters, sumado a una contrarreloj en donde el favorito tampoco es Vingegaard,. Si bien es cierto que debe llegar en buena condición, no es lo mismo que si tuviera una primera semana cargada de montaña y tuviera que defenderse mano a mano con Pogacar en las primeras de cambio, como en 2024.

Además, se dice que el recorrido de este año se hizo pensando en beneficiar la paridad entre Vingegaard y Pogacar, los puertos que se enfrentaran son los mismos en donde el esloveno sufrió y cedió las opciones de título en las dos ocasiones en que el danés fue superior a Tadej. Ir al Giro permitiría a Vingegaard enfocarse en prepararse y hacer una aproximación diferente a la que ha realizado en los años anteriores. Puede llegar tranquilo puesto que la alta montaña aparecerá apenas en la etapa doce.

La rápida recuperación.

Vingegaard ha demostrado en repetidas ocasiones una capacidad sobresaliente para recuperarse de golpes físicos y psicológicos. Su resiliencia no solo lo convierte en un candidato ideal para un doblete Giro – Tour, sino que también refuerza su capacidad para afrontar dos grandes retos en una misma temporada. La mentalidad necesaria para este desafío está en su ADN como corredor.

Luego de la caída que sufrió en país vasco, absolutamente nadie ponía a Vingegaard en el nivel que se presentó en el Tour de France, solo Pogacar lo superó. Eso indica que la parte médica y científica de Visma realizó un trabajo de recuperación sensacional, sumado a una preparación física y mental muy por encima de la media. De seguro, los 33 días que hay entre el Giro y el Tour, sumado a las primeras etapas, le dan el espacio suficiente para llegar a punto a las jornadas de definición.

Salvar el año con un título.

Una hipotética derrota en el Tour no sería vista como un fracaso si llegara tras un esfuerzo monumental en el Giro y el ‘Senza Fine’ en su galera. De hecho, ir a Italia podría “blindar” la temporada de Vingegaard y de Visma, pues luego de dominar las tres grandes en 2023, pasó de agache en 2024. Llevarse la Corsa Rosa a casa haría que cualquier resultado adverso en julio quede justificado por el esfuerzo previo. Ganar el Giro, fortalecería su posición en la élite e historia del ciclismo.

Suma una grande a su palmarés.

Con dos Tours en su haber, Vingegaard tiene la oportunidad de ampliar su legado conquistando otra de las grandes vueltas. Ganar el Giro lo pondría en una categoría especial de corredores que han triunfado en múltiples grandes vueltas. Además, este logro consolidaría su posición como un corredor completo, capaz de adaptarse a distintos tipos de retos y recorridos.

El dinero.

El Giro de Italia representa una gran oportunidad económica tanto para Jonas Vingegaard como para el equipo Visma – Lease a Bike. La organización de la Corsa Rosa ha mostrado en el pasado su disposición para atraer a los mejores ciclistas mediante incentivos financieros significativos. Además, la participación en una gran vuelta distinta al Tour amplía el alcance de los patrocinadores hacia nuevos mercados y audiencias. Este beneficio económico, combinado con la posibilidad de aumentar la exposición mediática, hace que la decisión de correr el Giro sea especialmente atractiva desde una perspectiva financiera.

Ritmo de competencia.

Correr el Giro ofrecería a Vingegaard una ventaja competitiva clave: llegar al Tour con un ritmo de carrera excepcional. Participar en una gran vuelta previa permite a los ciclistas ajustar su forma física, evaluar su rendimiento en etapas duras y afinar detalles técnicos. Aunque el doblete Giro – Tour es uno de los desafíos más complicados, la experiencia de mayo puede traducirse en una mejor preparación para el gran objetivo de julio. La intensidad del Giro podría ofrecerle un trampolín previo para ponerse a punto durante la primera semana del Tour y, así alcanzar su máximo nivel competitivo.

El ciclismo de élite requiere de riesgos calculados y decisiones valientes. Optar por el Giro de Italia no es un acto de temeridad u osadía, sino un movimiento estratégico que podría marcar la diferencia en la carrera de Jonas Vingegaard al probar una aproximación diferente y valentía en probar un reto. A lo largo de la historia, los campeones más recordados son aquellos que se atrevieron a salir de su zona de confort para demostrar su valía en los escenarios más diversos.

Ir al Giro no solo fortalecería a Vingegaard como ciclista, sino que también sería un paso hacia un legado que trascienda el Tour de Francia. La pregunta no es si debería correrlo, sino si puede permitirse no hacerlo en este momento de su carrera y con las condiciones dadas.

Fernando Estupiñán

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