Previa Clásica de San Sebastian 2016

Por David Hunter

Donostia – Donostia 220.2km

La organización del evento decidió cambiar el final debido al ancho de la carretera y los problemas que eso acarreó hace un año. Por eso, en vez de ascender Bordako Tontorra, el lote afrontará Murgil Bidea, otra subida brutal.

El resto del trazado permanece igual, con las clásicas trepadas a Jaizkibel y Arkale, harto familiares para el pelotón puesto que suelen pasarse cada año. Antes tenían mayor importancia en el desarrollo de las acciones, pero la adición de una subida más próxima al final restó peso a las mismas. Esta cita es pura y exclusivamente en torno a los últimos 20km.

La trepada conclusiva consta de 1.8km al 10.5%, con rampas del 20%. Además, hay tramos planos o en bajada, que permitirán a los protagonistas tomar algo de aire para las secciones más exigentes, como los últimos 600 metros, al 12.5%. Una vez en la cima, restarán 8km en bajada y llano.

Tácticas

Los equipos impondrán un ritmo feroz en las primeras cotas, donde se hará una selección importante y, además, se peleará por la escapada. En la misma, habrá gregarios para realizar el “puente” más adelante.

Una vez que los dos pasos por Jaizkibel y Arkale queden atrás, los equipos se vigilarán porque no pueden permitir que nadie se escape antes del ascenso a Murgil. El ritmo será elevado en las angostas rutas para impedir demasiados movimientos, porque un pequeño hueco puede ser igualmente decisivo para que un hombre triunfe en solitario. Así lo hizo Adam Yates en 2015, gracias a que una moto derribó a Van Avermaet. En 2014, Valverde y Rodriguez coronaron juntos, pero el murciano se escapó en la bajada.

Una sola cosa es cierta: un pequeño grupo se jugará la victoria, y será una mezcla de escaladores y “puncheurs”.

La mayoría de los equipos implementará la estrategia de colar gente en los cortes, con el deseo de que se llegue agrupados a la batalla previa a la cota conclusiva.

Piernas del Tour 

Como es usual, algunos pedalistas dejaron el Tour con una forma impresionante y otros de rodillas. Por eso, puede ser muy duro predecir las acciones, ya que ni los mismos ciclistas saben cómo responderán. En ese marco, es posible que un corredor que no haya estado en Francia también saque provecho, como sucedió con Xavier Florencio en 2006. Igualmente, es poco probable, porque los que participan en la Grande Boucle tienen una enorme ventaja de forma y ritmo.

Un último punto a favor de quienes no fueron al Tour, es que el Tour de Polonia se disputó más temprano y eso permitió unos días de entrenamiento con dorsal.

Favoritos

Alejandro Valverde – el español siempre empieza aquí como favorito y no es para menos, ya que sin ir más lejos, ha estado en el cajón las pasadas tres ediciones. Si alguno piensa que los Juegos Olímpicos serán una distracción, hay que recordar que ya celebró aquí en 2008 antes de viajar a Beijing. Samuel Sánchez se impuso en China y fue 7° en San Sebastián, aunque la particularidad de aquel año fue que la cita olímpica fue antes de la Klasika. Lo concreto es que Valverde vive otra campaña mágica, ya triunfó en la Fleche Wallonne, fue 3° en el Giro y 6° en el Tour. La cota y el descenso son para él y, como siempre, tendrá un papel clave en la resolución.

Adam Yates – iba genial en 2014 hasta que se cayó en una bajada, mientras que se cobró revancha en 2015 con la victoria, empañada por el accidente de Van Avermaet. Yates llega en la forma de su vida aunque podría estar fatigado, ya que peleó por la general gala, mientras que no fue así en la temporada anterior.

Philippe Gilbert – con su futuro lejos de BMC en 2017, el campeón belga arriba fresco debido a su ausencia en el Tour. En lugar de eso, acudió al recortado Tour de Polonia y tiene esperanzas de hacerlo bien. En 2011 alzó los brazos en la clásica donostiarra y en 2015 se impuso en el sprint del pelotón. Esta cita se le ajusta perfectamente y sólo dos incógnitas nublan su candidatura: ¿podrá contra los que vienen de la ronda gala?¿Cómo jugará las cartas BMC con Van Avermaet también en liza?

Greg Van Avermaet – será el capo en BMC y viene de un Tour inolvidable en el que ganó una etapa y vistió de amarillo. Hace un año parecía encaminado a la victoria pero una moto lo tiró al suelo, así que debe estar ávido de venganza. Adicionalmente, y como tantos otros, afinará aquí su forma de cara a los JJOO.

Dan Martin – luego del Tour más brillante de su trayectoria profesional, el irlandés quiere mejorar el 7° lugar obtenido aquí en 2015. El perfil es ideal para sus cualidades, con subidas cortas y empinadas. Posee un sprint poderoso en caso de arribar en grupo reducido.

Tim Wellens – reciente campeón del Tour de Polonia, está fino y es candidato. Eso sí, tendrá que moverse de lejos, algo que ama. No debe ser descontado, pero es difícil que lo consiga.

Jarlinson Pantano – el colombiano tuvo un Tour maravilloso, con una victoria y dos 2° lugares. Además se aseguró su futuro con Trek y el recorrido se le ajusta. ¿Estará recuperado de los esfuerzos de la ronda francesa?

Mikel Landa – fue gregario de lujo en el Tour, pero aquí corre en casa y querrá ser líder. Fue utilizado en el inicio de las etapas de montaña en Francia, y eso sugiere que no estaba a tope. Algunos de sus compañeros nos comentaron que Landa tiene la capacidad de descolgarlos sin exprimirse al máximo en rampas empinadas y eso es perfecto para este evento. El vaco debería ser jefe de filas en la Vuelta, pero con Froome allí, eso no pasará. La otra carta de Sky en San Sebastián es Kwiatkowski, pero sus más recientes prestaciones no han sido buenas.

Joaquim Rodriguez – la partida de Moreno y la ausencia de Caruso por suspensión, son bajas sensibles para “Purito” en carreras de un día. Tendrá que ser muy inteligente y dejar que otros cierren los ataques para hacer daño en la última cota. La misma es ideal para él, el mejor del mundo en rampas del 20%. Sin lugar a dudas, el catalán atacará allí. ¿Podrá cortar al resto?

La última subida

Murgil Bidea es una subida brutal. Como queríamos proporcionarles información certera, enviamos a un colaborador a la misma y recabó algunos datos interesantes. La primera fase de la trepada está llena de pequeñas rampas por unos 20 metros. A continuación hay un sector plano y una bajada que impedirán un ritmo regular. A mitad de la cota empezará el dolor con rampas al 15% o más, pero lo más duro llegará cuando los ciclistas escalen un tramo cercano a una enorme casa en una curva en herradura.

De todos modos, hay otra parte tremenda, porque el camino no empieza a bajar de inmediato. Es un kilómetro de falso llano en el que pueden reagruparse, pero también producirse ataques de los hombres más fuertes, capaces de colocar un desarrollo más grande cuando los demás tengan la lengua afuera. Al igual que en las clásicas de primavera, las movidas ganadoras suelen darse cerca de la cima, ya que se reservan energías para la parte llana.

Predicción

¿Podrá alguien aguantar el ataque de “Purito”? Valverde podría, aunque creemos que él será conservador en la trepada y lanzará su ofensiva en el plano. El problema para ambos es Van Avermaet, quien también se moverá pero en la base y puede marcharse con la victoria en el bolsillo mientras los demás se vigilan. Realmente es una carrera impredecible.

Tras ver el modo en que dejó el Tour y con la presencia de un gregario de lujo como Ilnur Zakarin, optamos por “Purito”. Cuando se mueva en las paredes de la cota decisiva, hasta Valverde tendrá problemas para seguirlo.

David Hunter

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