Análisis: ¿Qué tan grave es la desaparición del Drone Hopper para el ciclismo latinoamericano?

Por @marioqpet

Gianni Savio anunció hace poco que su equipo Drone Hopper – Androni Giocattoli estaba en dificultades financieras para mantener la estructura para la próxima temporada. “Hay retrasos en la financiación. Nos gustaría seguir, pero para ello necesitamos garantías. Así que por el momento no es seguro si estarán allí antes de 2023. Drone Hopper es un proyecto start-up y esa empresa aún no ha despegado”, comentó en las últimas horas a La Gazzetta dello Sport.

Sin dudas, es una muy mala noticia para el ciclismo latinoamericano en general, pues en sus 32 años de historia es de las pocas escuadras europeas que ha apostado por el desarrollo de jóvenes promesas provenientes de esta parte del mundo.

Para entender el impacto de la pérdida de este equipo en el ciclismo latinoamericano debemos recordar un poco de su historia. En 1991 los venezolanos Richard Parra y Leonardo Sierra fueron los primeros en militar la escuadra italiana, en ese entonces llamada Selle Italia – Eurocar – Mosoca. Sierra obtuvo victorias en el Giro del Trentino y en el Gran Premio de Industria & Commercio di Prato dando inicio a esta comunión, y luego en 1994 ficharon al colombiano Nelson Rodríguez, quien respondió con una importante victoria en la etapa 17 del Tour de Francia.

A partir de allí desfilaron bastantes corredores latinoamericanos en especial del 2000 al 2005 cuando el equipo tuvo licencia colombiana, entre ellos nombres históricos cómo Hernán Buenahora, José Rujano, Miguel Ángel Rubiano o José Serpa, quien con la experiencia obtenida logró ascender en 2013 al equipo World Tour Lampre-Mérida, no sin antes brindarle a la escuadra de Savio un valioso triunfo en el Tour de Langkawi.

En el 2010 llegó el patrocinador Androni Giocattoli, con lo cual la licencia del equipo pasó a ser italiana en la categoría Procontinental. Sin embargo sería hasta 2016, ante la llegada de un Egan Bernal con 19 años, que el equipo sin proponérselo se convirtió en unas de las pocas canteras actuales de promesas latinoamericanas con procesos exitosos de adaptación al ciclismo europeo que han terminado con su graduación al World Tour. Entre ellos el propio Bernal, Iván Ramiro Sosa y recientemente Alexander Cepeda.

Además es de los pocos equipos que le han brindado una segunda oportunidad a otros ciclistas que buscan recomponer el camino como Juan Diego Alba, el argentino Eduardo Sepúlveda-quien respondió con una diana en Turquía- y Jhonatan Restrepo, quien le ha brindado 8 victorias a la formación de Gianni Savio luego de quedar huérfano tras la desaparición del Manzana Postobón.

Ahora bien, como consecuencia inmediata, si el Drone Hopper desaparece, se truncarían los procesos actuales de Daniel Muñoz (25 años y tres triunfos), Didier Merchan (23 años, una victoria y un podio), Brandon Rojas (20 años) y quizas el más prometedor, Santiago Umba (19 años y dos triunfos).

En conclusión, el equipo de Gianni Savio es uno donde las jóvenes promesas latinoamericanas han sabido brillar, tanto así que han aportado el 60% de las victorias de la escuadra en los últimos tres años. Además, históricamente ha tenido un rol importante como vitrina, adaptación y trampolín al WorldTour de los nuestros, por lo que si no consigue un sponsor que solucione la crisis financiera actual de la escuadra, su ausencia sería también la desaparición del puente más importante y prolífico entre el ciclismo latinoamericano y europeo, por lo que a futuro tendría graves consecuencias en la incorporación de nuestras promesas en el ciclismo del más alto nivel.

Mario Vargas

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