Eduardo Chozas cumple 60 años mientras lucha por la etapa más importante de su vida

Por Oscar Trujillo Marín

Eduardo Chozas, ese aguerrido y espectacular corredor madrileño que tantas veces le amargó las jornadas de escalada a los colombianos gracias a su enorme clase y capacidad para hacer buenas fugas y ataques lejanos en alta montaña, cumple 60 años hoy mientras de paso lucha por la etapa más importante de todas cuantas ha corrido.

Chozas, profesional entre 1980 y 1993, trabajó para todos los grandes equipos españoles de la época: fue compañero de Pacho Rodríguez en el Zor en el 84, corrió junto a Delgado en Reynolds en 1985, al lado de Dietzen en Teka en el 87, destacó junto a Fabio Parra en Kelme en el 88, lideró el ONCE también junto a Lejarreta y Alex Zulle ya en los noventas.

Eduardo es leyenda viva y protagonista de ese despertar al protagonismo del ciclismo español, corrió junto a los mejores de su generación compartiendo escuadra y era un temible caza etapas de prestigio en los encadenados montañosos de las grandes vueltas, aún así, pese al generoso derroche de energía, le alcanzaba para hacer buenas generales y quedar en el top 10 varias veces, saliendo en raras ocasiones del top 20 en las 26 grandes vueltas en las que participó (que se dice pronto) durante sus 14 temporadas como profesional.

“Hoy cumplo 60 años. En pleno trasplante de médula, 17 días duros, avanzando para acabar “mi Tour”. Hace unos años me detectaron un linfoma que me fue deteriorando físicamente y mis médicos decidieron dar este paso adelante. Cumplo 60 años lleno de esperanza e ilusión”

Es el mensaje en su cuenta personal de Twitter del ex corredor madrileño que ahora trabaja como comentarista para Eurosport. Un linfoma es un tipo de cáncer que se desarrolla en las células blancas del sistema linfático debilitando este sistema inmunitario hasta consecuencias fatales si no se actúa con contundencia. El transplante de médula es uno de los tratamientos que se llevan a cabo para combatir este tipo de enfermedades.

Ante esta lucha quizás importe poco decir que Eduardo con sus feroces ataques lejanos tipo Contador (cuando Contador aún iba en triciclo) se llevó cuatro etapas en el Tour de Francia y tres en el Giro de Italia. Cada año entre el 83 y el 91 una vez se empinaba la carretera o en media montaña o en bajada, acudía a su cita con la aventura y con lo más alto del podio en una grande.

Sin tener en cuenta las incontables veces que fue atacante animador y llegó en los lugares de honor entre los más grandes, es decir: Hinault, Lemond, Fignon, Delgado, Herrera, Roche, Kelly; en esa época para ganar una etapa de alta montaña, los principales rivales eran los voraces y míticos  monstruos que peleaban el top 10 de la general que querían ganarlo todo. Para vencerlos no bastaba con ser solo bueno. Había que tener algo más y el madrileño lo tenía.

Chozas era una especie de mezcla entre Thomas de Gendt y David Moncoutié, un abonado fijo a los ataques emboscadas y fugas lejanas, pero con el plus de ser excelente escalador que si no ganó una grande, fue por el eterno lastre de los escaladores en las cronos y jornadas con viento, demasiadas ventajas ante los fenómenos super completos de la época. Hace unos años él mismo lo reconoció: “si hubiera trabajado las cronos me hubiese llevado una grande, tenía con qué”. En cualquier caso Eduardo, la crono que importa es esta y la vas a ganar.

Desde aquí le felicitamos y le deseamos toda la fuerza del mundo para que haga buena esta fuga, la que le permita seguir acompañándonos, y seguir disfrutando de sus comentarios llenos de sentido común y sabiduría en Eurosport, y para que siga siendo parte del deporte que siempre ha amado y que no ha abandonado jamás.

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