Valverde, como Hinault

Por @pmpalermo

Transcurría el Tour de Francia de 1979 y el mítico Bernard Hinault, uno de los más grandes ciclistas de la historia, sufría lo indecible para sostener la rueda de cinco rivales que estaban de acuerdo en atacarlo y se daban relevos en un tramo adoquinado aprovechando su soledad.

Esa etapa, entre Amiens y Roubaix, el Tejón quedó aislado tras pinchar la rueda y aguantó hasta dónde pudo, para terminar perdiendo el maillot amarillo, aunque a diferencia de Valverde ayer, limitó los daños.

Al día siguiente, en una muestra de su agresividad, en una jornada llana en la que no debía pasar nada, el francés y su escuadra desataron el infierno para sus contrincantes, disputando cada sprint intermedio, levantando el embalaje varios kilómetros antes y haciendo a tope todo el parcial.

Salvando las distancias y la diferencia de minutos, Alejandro Valverde prometió “hacer daño” y el modelo a seguir es el del quintuple ganador de la Ronda Gala, que, para terminar nuestro momento retro, continuó con su ofensiva hasta recuperar el liderato en la crono entre Evian y Avoriaz, con más de cuatro minutos sobre Zoetemelk.

Perdido en la general a más de 12 minutos por una “desgracia”, en un gran estado de forma, con el mejor equipo y la rabia contenida que todo gran campeón lleva dentro, es seguro que de ahora en más nadie podrá relajarse ni en los avituallamientos.

Movistar tiene una ventaja con Quintana en el top ten y el murciano tan lejos, por lo que el espectáculo está asegurado y muchos podrían pagar el precio de haber trabajado en detrimento del capitán de la escuadra telefónica.

Si hace unos días nos preguntábamos si el gran Alejandro sería conservador o no, ya no quedan dudas que veremos al Valverde más peligroso de todos, el que ataca.

Con Froome más frágil de lo que parece, casi sin equipo en los momentos clave, tal como demostró nuevamente la táctica del Saxo Bank, el papel del nacido en Las Lumbreras  será clave para lo que resta de carrera.

Seguramente él no gane, pero en su ansia de revancha, en su amor propio herido, encontrará fuerzas para dinamitar el top ten e incluso regresar al podio, de donde nunca debió caer.

Valverde y el Tour no se llevan bien, pero a diferencia de todas sus participaciones previas, en esta, y en el mano a mano, dejó la sensación de ser el más fuerte por detrás de Froome, por lo que todavía tiene mucho que decir.

Pablo Martín Palermo