Enric Mas, la (no) noticia que es noticia

Recientemente han sonado las alarmas en cierta parte del mundo del ciclismo -especialmente el español- respecto a las prestaciones de Enric Mas en la temporada y, principalmente, en las citas de aproximación al gran objetivo: el Tour de France. De hecho, circuló como noticia que el balear no correría más entre Suiza y la Grande Boucle, algo que no tiene nada novedoso porque rara vez así lo hizo.

La realidad es que Mas es un corredor top 10, y ese ha sido el puesto que ha ocupado consistentemente en la campaña (y en su carrera). En el Tour de Suiza estuvo lejos de los gregarios de Pogacar, como todo el resto, con lo que no debe preocupar a nadie.

De hecho, en el último Tour que completó -2021- finalizó 6to a casi 12 minutos del campeón. Ese es su lugar y, cuando tiene la inspiración, puede subir un poco más en los rankings y hasta destacar, pero en pruebas algo menos exigentes o con menos cartel, como la Vuelta.

Mas es un “clase media” del pelotón, que encima tendrá el pico de forma repartido entre el Tour y la grande de su patria, con lo que difícilmente hubiera podido hacerlo mejor en la ronda helvética. Dicho sea de paso, hubo etapas adversas a sus condiciones de “diésel”, con tan sólo un puerto o incluso muy cortas.

Desde este espacio nunca hemos sido fanáticos de Enric por su conservadurismo típico del gen telefónico, pero tampoco se pueden prender las alarmas porque no rinda al máximo cuando no debe hacerlo, no está en plenitud de facultades o no tiene el terreno adecuado.

En el mejor de los escenarios, Enric volverá a ser 5to en Francia y descollará un poco más en España. No tiene más dentro y a los 29 años se antoja complicado que crezca. No hay nada malo en ello, incluso es mejor que el 90% del pelotón.

El problema es su país, que sigue esperando el relevo de la generación dorada de Contador, Valverde, “Purito” y compañía. Y aunque hay una nueva camada que está arriba, con Ayuso, Rodríguez o el propio Mas a la cabeza, la cuestión es que no son los que están al tope de la “cadena alimenticia” como sí lo hicieron sus predecesores.

España está gestando un buen grupo en la cantera, incluso hace unos días tuvieron dos pedalistas en el podio del Giro Next Gen. Mientras tanto, la clase media es lo único que tienen y deberán contentarse con ello a media docena de minutos de Pogacar y Vingegaard.

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